Leopoldo Lares: El vino español, historia y producción
Eleva tu paladar. Las mejores cosechas de vinos que España puede ofrecer.
Uno de los licores de masivo consumo en el mundo, históricamente, desde eras bíblicas, ha sido el vino. Su intensidad de sabor, además de su proceso de cultivo y posterior añejo, lo ha convertido en una de las delicias más destacadas y sofisticada en el mundo.
España es, entre los países de Europa, uno de los más importante en cultivos de vinos en el mundo, siendo el país que produce alrededor de “37.8 millones de hectolitros”, compitiendo con países productores como Estados Unidos y Francia. La variedad que ofrece en cuanto a sabor y humedad es abundante, posee alrededor de 600 variedades nativas en la que por lo menos un 85% garantiza una producción nacional de gran importancia.
Como cultura, España por mucho tiempo ha desarrollado una eficacia y calidad única de vinos refinados y sofisticados, permitiéndole el reconocimiento de consumo a nivel mundial. Durante la época de las colonias del Nuevo Mundo, la inserción del vino en América significó un ajuste comercial, lo que para el siglo XVI abre un nuevo mercado de exportación, pues España buscaba expandirse; lo que posteriormente se convertiría en una inversión irrecuperable por la corona debilitando la producción del vino español.
Subsiguieron épocas de conflicto bélico que ayudaron a mantener un bajo perfil el vino español, junto con ella la temprana Revolución Industrial y la perdida de espacios de cultivos, pues la crisis durante la segunda guerra mundial afecto significativamente la producción de ésta.
A finales del siglo XIX, el vino español se reinventa y nace la “industria del vino espumoso en España”, con todo y las dificultades sociales luego de la segunda guerra mundial, España consiguió resurgir y fundar nuevamente un mercado de vinos que fue tomando vuelo paulatinamente y reconocimiento.
Entre los vinos más destacados se encuentran: Vinos Blancos jóvenes aromáticos, secos con madera, secos naturales, vino espumoso, dulce, generoso secos, vino rosado, vino tinto de crianza, vino tinto jóvenes, vino tinto reserva, vino tinto gran reserva y vino tinto roble.
Es importante señalar que su gran importancia en cuanto al trabajo de fermentación ha dependido básicamente de su lucha por mantener en el mercado el sello de una cultura de vinos nacionales, España ha dejado su huella en la gastronomía y es válido recordarlo y dejarlo como herencia a la posteridad.
Por Leopoldo Lares
