Leopoldo Lares Sultán: Trucos para enfriar una botella de vino rápidamente
Para nadie es un secreto que servir y degustar un vino caliente es lo peor que le puede pasar a alguien que es amante del vino. Así que, aquí van unos consejos para disfrutar de un buen vino a una temperatura que nos haga sentir como si estuviéramos dándonos un chapuzón, es decir, a la temperatura que hay que tomarlo para disfrutar al máximo de su sabor.
Hablamos en concreto de vinos blancos y rosados como el Viura Tempranillo Blanco-Maturana Blanca o el Tempranillo-Garnacha Tinta y Blanca. Porque hay que saber que, si se beben más calientes o más fríos de lo que es recomendable, se puede estropear su sabor y sus aromas originales. Por lo que compartiremos algunos trucos para acelerar el proceso de enfriamiento de la botella.
La cubitera con sal
Esta es una forma bastante popular y conocida de enfriar el vino, pero que surte más efecto si se aplica un detalle importante, que igual no conoce todo el mundo. Para enfriar botellas de vino de manera rápida y fácil lo mejor es coger una cubitera -si no tenemos, una olla nos puede servir- y llenarla con hielo y agua fría. Pero aquí viene la clave para enfriar el vino en menos tiempo: añadirle al agua una cucharada sopera de sal y mezclarlo todo. Metemos la botella y en aproximadamente 5 minutos ya estará listo para beber.
¿Por qué le ponemos sal? Porque permite que el frío se transmita en menos tiempo y que la temperatura del agua baje antes. Es decir, la mezcla de sal y agua absorbe el calor de la botella y así el frío de los hielos se transmite más rápido al vino.
Usando papel de cocina
Esto sirve para las botellas de vino, pero también para cualquier otra botella con líquido. Recordemos que nunca, nunca, nunca se debe meter el vino directamente en el congelador, ni meter hielo en la copa para evitar que el vino se agüe y estropee el sabor. Pero sí que se puede meter en el congelador puntualmente con este truco.
Coge papel de cocina y enrolla la botella en él, que quede bien cubierta. Mójala y que el papel quede bien pegado. Introduce la botella ya enrollada en el papel en el congelador y espera unos 10-15 minutos y ya lo tendrías listo para servir. Es más recomendable el método anterior porque conserva intactas las propiedades del vino, pero si no tienes hielos a mano, esta es una opción a considerar.
Uvas en vez de cubitos de hielo
Como ya hemos comentado, los cubitos de hielo en la copa pueden estropear el sabor del vino, pero hay otro método que enfría y no afecta al sabor y a los aromas, aunque tienes que ser un poco previsor o previsora. Toma nota: coges unas cuantas uvas y las congelas previamente. Luego, cuando quieras beberte una copa de vino que tenga servirse a temperaturas bajas, añades los “cubitos de uvas” a la copa y ya estaría lista. Desprenderá un poco de agua por la capa de hielo que pueda recubrir la fruta, pero ni mucho menos la misma cantidad que un cubito de hielo. Y además le dará un ligero sabor más afrutado.
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